¡La vida es demasiado corta como para tener el trabajo equivocado!

 

Este tema ha retumbado tantas veces en mi mente, sobre todo porque la vida es una sola, y aunque va a sonar un poco cruel lo próximo que vas a leer, no hay una segunda oportunidad para tener otra vida después de esta. Entonces el hoy y el ahora debemos aprovecharlos al máximo.

Desde mi punto de vista, no es justo que alguien deba trabajar o hacer algo que no le gusta durante toda su vida, sólo porque cree que no tiene más opción. Nacimos para ser felices, y gran parte de la felicidad es hacer algo que nos guste, pues en promedio trabajamos más de la mitad de nuestras vidas, entonces imagina trabajar en algo que te genere alegría, felicidad y bienestar.

¿Te imaginas ganar dinero haciendo algo que te haga feliz? ¿Alguna vez te has preguntado qué es lo mejor que puedes hacer con el resto de tu vida? Yo sí, y muchas veces y entre tanto buscar he conseguido mucha información que te quiero compartir.

Te cuento, está demostrado que las personas más exitosas, son aquellas que desarrollaron sus habilidades más importantes y que a partir de ellas pudieron consolidar una idea de negocio. Cuando desarrollas tus habilidades, que son esas cosas que haces bien de forma natural y te sientes feliz haciéndolo, lo más seguro es que tengas éxito en lo que decidas emprender.

Muchas veces, somos programados desde niños para “ser” lo que nuestros padres querían, o las circunstancias de la vida nos llevaron por un camino que no hubiese sido nuestra primera elección. Aún así, te digo que hoy y ahora tienes chance de cambiar tu vida, de hacer eso que hace palpitar tu corazón de alegría y que estructurando bien una idea de negocio puedes vivir de eso.

El promedio de vida de una persona es de aproximadamente 80 años, los primeros 15 años de la vida estamos en el proceso de formación y crecimiento, y los últimos 15 años ya estamos en proceso de retiro, así que, aplicando un poco la matemática, tenemos un aproximado de 50 años de vida productiva, y esos años debemos aprovecharlos al máximo, ganando el dinero que nos permita vivir bien, pero sin perder nuestra felicidad en el proceso.

La vida es demasiado corta como para tener el trabajo equivocado, y en este espacio quiero ayudarte a que encuentres respuestas a todas esas preguntas que te estás haciendo en este momento. Puedes ser feliz y ganar dinero al mismo tiempo, créeme. Por eso te estaré compartiendo mucha información que pueda ayudarte en tu proceso personal, la misma que me ha ayudado a mí, así que pendiente de los próximos posts y eres libre de contar y comentarnos tu experiencia, porque siempre tenemos alguien de quien aprender, así que te espero en los comentarios.

 

 

Se les quiere,

Thay

Bizcocho de Chocolate Súper Suave

Estoy que salto de la emoción, de verdad que la suavidad y el sabor que tiene este ponqué de chocolate es de otro nivel. Después de varios intentos fallidos y aplicando las técnicas que estoy aprendiendo en mis clases de pastelería debo decirles que el resultado fue mejor que lo esperado.

Mis hijos y mi esposo lo disfrutaron muchísimo y aunque yo estoy a dieta, no me resistí y también me di mi bu

en gustico.

Esta receta tiene sus truquitos, pero nada del otro mundo, si la siguen tal cual como se las voy a compartir el resultado será increíble.

Los tips más importantes: El horno debe estar precalentado y tener la temperatura adecuada, deben usar un molde de 24 centímetros, bien engrasado y enharinado, utilicen las cantidades exactas y tazas y cucharadas medidoras, por favor no pinchen la torta para saber si está lista, para verificar, abran el horno y toquen el medio de la torta si lo hunden y regresa a su lugar inicial su ponqué está listo, usen todos los ingredientes a temperatura ambiente para mejores resultados.

 

Ingredientes:

  • 250 gramos de mantequilla sin sal ó margarina para repostería.
  • 400 gramos de azúcar.
  • 5 huevos.
  • 400 gramos de harina de trigo todo uso.
  • 100 gramos de cacao en polvo
  • 1 cucharada de polvo para hornear.
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio.
  • 1 ½ taza de leche.
  • 1 cucharada de vinagre blanco
  • Ralladura de medio limón.

 

Preparación:

-Agregar el vinagre a la leche y dejar reposar hasta cortarla. Pesar todos los ingredientes, unir el polvo de hornear y el bicarbonato con la harina y cernir, aparte cernir el cacao en polvo. Batir la mantequilla con el azúcar hasta cremar (que quede como una crema y aclare un poco), luego incorporar los huevos uno por uno, y agregar la ralladura de limón. Agregar de forma intercalada y poco a poco, el cacao y la leche (ya cortada), una vez mezclado, bajar la velocidad a la batidora e incorporar poco a poco la harina hasta obtener una mezcla homogénea. Colocar la mezcla en el molde engrasado y enharinado y llevar al horno por unos 60 minutos a 350 grados Fahrenheit o 180 grados centígrados, igual el tiempo va a depender del horno, en el mío son 60 minutos, puede ser más o menos dependiendo de la potencia del horno. Sacar el molde y dejar reposar por lo menos 40 minutos para desmoldar, luego deja refrescar sobre una rejilla hasta que esté a temperatura ambiente.

La cubierta la hice con: 100 gramos de chocolate oscuro, ½ taza de crema de leche (todo a baño maría hasta derretir) y al final le coloqué una cucharadita de mantequilla. Cuando estuvo reposado al igual que el ponqué se lo agregué.

Espero y la hagan y la disfruten tanto como lo hicimos nosotros.

Cualquier cosita me pegan un grito,

Con cariño,

Thay

 

Y para tomar, ¡Siempre Agua!

Cuando me preguntan: ¿Qué le envías a tus hijos para tomar al colegio?, mi respuesta: Siempre agua.

Hoy les voy a compartir mis razones y la importancia de enviarle agua a los peques, desde mi punto de vista. La primera es que el agua es vital para el buen funcionamiento de nuestro organismo, de más, gran parte del cuerpo humano está formado por agua, esta nos ayuda a mantenernos hidratados y a liberar las toxinas acumuladas, calma la ansiedad y saciar la sed.

En segundo lugar, el agua no pierde propiedades, no cambia de sabor ni de color y no contiene azúcar. En este punto, quiero dejar claro que no tengo nada en contra de los jugos naturales, de hecho, me encantan muchísimo sobre todo los que se hacen ligando dos o más frutas, de verdad son lo máximo. Generalmente los tomamos en el almuerzo y recién hechos, si queda algo los congelamos en moldes de paletas y luego tenemos unos ricos helados frutales.

Los jugos naturales después de un rato y sin la temperatura adecuada pueden fermentarse y según la fruta oxidarse, perdiendo en la mayoría de los casos sabor, color y buen olor. En cuanto a los jugos envasados contienen gran cantidad de azúcar como para que los tomen todos los días, así que traten en lo posible hacerlos parte de las Loncheideas de sus peques. Con los temidos refrescos sólo los tomamos en ocasiones especiales, créanme no son la opción más saludable para sus peques. Si lo que desean es que los peques consuman frutas en el desayuno, opten por enviárselas enteras y no en jugo.

En tercer lugar, el agua es ideal para que los niños se mantengan hidratados, cuando tenemos sed y no tomamos agua, sino algún jugo u otra bebida no estamos saciando la necesidad que tenemos realmente, es más, sentimos más sed después de tomar otra bebida. Tendemos a confundir la sed con hambre o ansiedad. Además, es importante recordar que durante las actividades escolares los niños hacen esfuerzo físico (deportes), corren, juegan y necesitan reponer líquidos constantemente.

En cuarto lugar, garantizamos que el agua que están tomando nuestros hijos es potable y de calidad. Muchas veces los filtros no funcionan de forma adecuada y el agua que no enviamos desde casa puede estar contaminada.

Y, en quinto lugar, recuerden que Agua es sinónimo de Vida, así que cada vez que le mandas agua a tu hijo, le estas enviando vida, además que desde pequeño le estarás creando el importante hábito de tomar agua.

Espero y este post les sea de gran importancia, les mando un abrazo y recuerden etiquetarme en las loncheideas de sus peques.

Con amor,

Thay